El Reishi, o “hongo de la eterna juventud”, es uno de los hongos más reconocidos y cuenta con una larga trayectoria de uso en la medicina tradicional oriental, como la medicina tradicional china.
En Asia es un “símbolo de longevidad y felicidad”. Actualmente, se encuentra de forma natural en el sudeste asiático, Europa y América del Norte.
NUTRITIVO Y TERAPÉUTICO
• Refuerza el sistema inmune (células T), con efectos antivirales y antibacterianos.
• Alta capacidad antioxidante.
• Antiinflamatorio: es eficaz en enfermedades inflamatorias crónicas.
• Reduce la presión arterial y el colesterol: se trata de un protector cardiovascular.
• Mejora la circulación de la sangre: sus componentes fomentan la fluidez de la sangre, así como su recorrido circulatorio, de forma que evita la formación de coágulos y patologías relacionadas, como la hipertensión o la trombosis.
• Reduce la ansiedad y el estrés: modula el cortisol, la hormona del estrés.
• Excelente regulador hormonal: disminuye el exceso de estrógenos en sangre.
• Ayuda en casos de insomnio: induce el sueño, mejora su calidad y prolonga el tiempo de descanso.
• Regula el metabolismo hepático: hepatitis, trastornos hepáticos (colesterol, transaminasas, triglicéridos).
• Mejora los síntomas de las alergias, gracias a su capacidad inmunoestimuladora y antihistamínica.
PRECAUCIONES
El reishi puede aumentar el riesgo de sangrado en pacientes tratados con antiagregantes plaquetarios y anticoagulantes.
También puede provocar hipotensión cuando se asocia con antihipertensivos e hipoglucemia aditiva cuando se asocia con hipoglucemiantes.